viernes, 2 de mayo de 2008

La piel negra y la belleza


Es importante tener en cuenta que no todas las pieles negras son grasas, sino que la grasa es más visible en una superficie oscura. De hecho, durante años incluso los dermatólogos pensaban que todas las pieles negras eran grasas. Como profesionales de la belleza tenemos que realizar un diagnóstico completo de la piel y determinar si la piel es resistente o sensible, grasa o seca, etc. Es por ello que en la segunda parte de este artículo, profundizamos en los principales problemas estéticos de la piel negra y en los cosméticos específicos más recomendables para su tratamiento.

Principales problemas a solucionar

La piel negra es muy reactiva y cualquier tipo de inflamación puede desencadenar irritación y problemas de pigmentación. Por ello, hay que evitar cambios bruscos de temperatura, por lo que hay que tener cuidado con las saunas, los baños de vapor o la aplicación de hielo, ya que son nefastos para personas propensas a la inflamación. También la depilación con cera caliente o químicos pueden causar una inflamación con sus consecuentes problemas de manchas oscuras.

La clave es tener precaución con este tipo de pieles, también a la hora de seguir tratamientos, como peelings y limpiezas de cutis. Vale la pena probar con concentraciones más bajas y, si no hay irritación, ir subiendo gradualmente el contenido en principios activos.

Por otra parte, las pieles negras necesitan más humedad en el aire para que las células estén bien cohesionadas. En un clima templado la piel se deshidrata y, para compensarlo, el organismo produce una cantidad de sebo excesiva. A menudo, se han utilizado en las pieles negras productos demasiado abrasivos para eliminar el exceso de grasa, consiguiendo el efecto contrario al deseado, una mayor estimulación de las glándulas sebáceas y aumento de granos.

En todo caso, se debe evitar que entren en contacto con la cara productos de tratamiento para el pelo, como aceites y otras sustancias grasas. En la limpieza hay utilizar productos suaves, como geles o espumas a base de ácido salicílico, combinados con sustancias calmantes como el aloe vera o la camomila.

Hidratación


La falta de hidratación es muy visible en las pieles oscuras que, sobre todo en invierno, pueden tener un aspecto grisáceo y apagado. Para remediar este problema, por un lado es necesario aconsejar a los clientes que no utilicen jabones que produzcan mucha espuma al lavarse, sino que empleen geles suaves que no eliminen los lípidos necesarios de la piel. Por otro lado, en la cara se tienen que utilizar fórmulas ligeras como lociones, en lugar de cremas densas que pudieran ser comedogénicas.

En cuanto al cuerpo, muchas veces muy deshidratado, se pueden utilizar cremas densas y que combinen ingredientes oclusivos, y humectantes. Los oclusivos son aquellos que retienen la humedad que hay en el cuerpo y que no permiten que se escape. En esa categoría entran los aceites minerales, pero también otros como el de oliva, el de jojoba, etc.

Por otro lado, están los humectantes, que tienen la capacidad de atraer el agua hacia la piel. Por ejemplo, un ingrediente de este tipo es la glicerina.

Pigmentación

Frente a los problemas de pigmentación tan frecuentes en las pieles negras es importante, ante todo, prevenir la aparición de las manchas, evitando la inflamación de la piel. Además, en cuanto el problema aparece, hay que utilizar cremas despigmentantes lo menos irritantes posibles y proteger adecuadamente la piel de los rayos solares con productos de protección solar contra rayos UVA de FPS 30-45.

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